De Beranuy a la ermita de Sis

25 Nov, 2013 Por MAB

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DE BERANUY A LA ERMITA DE SIS

Un grupo minoritario de montañeros, sin miedo al frio que se pronosticaba, decidimos dedicar el domingo a visitar la Sierra de Sis y más en concreto la ermita de Sis.

La sierra de Sis se alza en la Alta Ribagorza y separa los valles de los ríos Isábena y Noguera Ribagorzana. Parece que toma su nombre de Sis, que significa seis, porque en sus cimas confluyen los territorios de seis pueblos: Obís, Soperún, Pardinella, Beranuy, Moréns y  Calvera. Una zona que  merece conocer por su historia y su paisaje, que no nos dejará impasibles.

Subimos con los coches al barrio alto de Beranuy sin pasar por el puente medieval que conecta ambos barrios. Lo primero que hacemos es visitar la Iglesia parroquial de Santa Eulalia, con torre adosada de estilo románico lombardo, recientemente restaurada y que es el elemento arquitectónico más destacado, similar a torres del valle de Boí.

Desde allí se toma el PR-HU47, con sus marcas amarillas y blancas, que nos lleva por un sendero que en continuo zig-zag nos hace más cómoda la progresión pero que no va a dejar de ascender en ningún momento. Nos lleva por un suelo empedrado pegado a paredes de conglomerado y según vamos ganando altura se abre a nuestros ojos el valle del Isábena y aparecen las cumbres nevadas del  Pirineo.

Tras el último repecho tomamos un desvío a la derecha que en corta subida nos lleva hasta un poste señalizador. En este punto, el PR-HU 47 se desvía unos 500 metros para llegar al mirador del Mallo. Aquí disfrutamos de unas maravillosas vistas sobre el valle del Isábena y una panorámica del majestuoso Turbón, que ya se encuentra nevado. También podemos contemplar la Peña Montañesa, el Pico Gallinero y Basibé, y el panel nos localiza Maladetas, Aneto, Vallibierna, y el Pico Russell, que se encuentran hoy un poco cubiertos.

El aire es fuerte y muy frío, lo que nos obliga a volver sobre nuestros pasos hacia el cruce pero antes, en una buena solana, paramos a recuperar energías.

Seguimos en dirección a la ermita de Sis. En pocos minutos alcanzamos la zona de las bordas de Beranuy, la mayoría de ellas en ruinas. Estamos a casi 1500 m de altitud. Tras pasarlas, encontramos una nueva señal que bifurca el camino. Nos tienta la idea de continuar ascendiendo hacia el Puyalto, pero gana la idea de hacer la ruta programada en principio. Seguimos la senda hacia la ermita. Se adentra en un bosque húmedo y precioso, que discurre entre robles, encinas, hayas, chopos, avellanos y bojes. En 30 minutos nos deja en la Ermita románica de Sis, cuya construcción original parece ser del siglo XII. Las  paredes no son sillares regulares sino de las piedras propias del lugar, algunas de ellas de las llamadas tobas. Actualmente el tejado se encuentra en fase de restauración.

Al lado de la ermita encontramos una preciosa cascada de hielo.

Desde allí decidimos hacer la travesía circular, para lo que tomamos un camino muy bien marcado con señales verdes que orientan toda la travesía circular por la sierra de Sis y que sigue una preciosa senda entre el bosque, frondoso y cerrado. La senda se encuentra cubierta de nieve alternando con un inmenso manto de hojarasca. Hay que tener cuidado pues la nieve nos va a acompañar casi hasta nuestro destino y en algunos tramos la senda desciende muy rápida.

La senda da una importante vuelta siempre con buenas vistas hacia el estrecho barranco de Partarriu y los paredones que lo escoltan. Llegamos hasta el pueblo de Pardinella, donde una vieja aventadora nos llama la atención por lo bien conservada que está.

Desde allí enlazamos con el GR-18 que en menos de 1 hora nos lleva a Beranuy y de allí regreso a casa.

El tiempo, muy soleado al final, nos ha permitido disfrutar de una bonita excursión que os invitamos a realizar. Os sorprenderá.

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