-NUEVO- De Senet a Erill La Vall por el port de la Gelada

Decidimos seguir hasta el acogedor refugio de Artigalonga, donde hacemos una parada para almorzar y decidir si seguimos o no pues nieva con más intensidad y está muy cerrado, de tal manera que nos vemos nada del paisaje. Tras consulta general, se decide por unanimidad seguir, disfrutar de la nieve y pasar el día, ya que habíamos hecho un largo trayecto en bus y no era cuestión de retirarnos. ¿Nos fiamos de los guías?.

Atravesamos la pista que sube al puerto para abandonarla enseguida y seguir el sendero bien marcado que nos conduce, en suave pendiente, hasta el Port de la Gelada a 2075 m. de altura. No pudimos ver nada desde allí por lo que hicimos la foto de grupo y enseguida seguimos hacia el valle de Boí, no sin antes tumbarse sobre la nieve algunas de nuestras senderistas. Una pena no haber podido contemplar las cumbres orientales del Pirineo Central.

Empezamos el descenso orientados por las estacas amarillas que balizan el sendero. La visibilidad es corta y el sendero está tapado por la nieve. Nieva, pero no hace frio, lo que hace que la marcha sea agradable. Tras vadear un pequeño barranco con bonitas cascadas pasamos por encima de una manada de caballos, preciosos en la nieve.

Continuamos hacia la collada de Basco y según nos vamos acercando nos sorprende que despeja y sale el sol, destapándose ante nosotros un paisaje nevado precioso. Contemplamos el puerto del que veníamos a nuestra espalda y ante nosotros la Vall de Boí con sus preciosos pueblos y sus cumbres nevadas. Impresionantes vistas.

Desde aquí todavía nos resta bajar, empresa que llevó su tiempo, pues la nieve polvo que cubría el manto de hierba hizo que uno tras otro, prácticamente todos, nos diéramos unas culadas de vídeos de primera. Para tener la climatología completa, apareció la niebla según íbamos bajando, de tal forma que apenas podíamos seguirnos con la vista. Dejamos la nieve cubriendo los altos y nos adentramos en un precioso sendero en el bosque que, de forma vertiginosa, nos dejó en el bonito pueblo de Erill la Vall, siendo las 4,30 cuando nos sentábamos a comer.

Después de admirar su bonita Iglesia románica regresamos a casa. En nuestra cabeza y nuestras fotos nos traemos el recuerdo de un día bien aprovechado. Alguien apuntó que volveremos……

Dedicado a Consuelo.

Sección senderismo
Montañeros de Aragón Barbastro