Bosques de la Cornudella, PR-HU 247

El domingo 22 de Noviembre realizamos el recorrido del PR-HU 247, ruta circular que nos lleva por distintos caminos de herradura que unen desde tiempos remotos pequeñas localidades de la zona de Arén y otros puntos estratégicos, como el afamado Coll de Vent, bajo los impresionantes paredones de la Sierra de Sis.

Comenzamos el recorrido desde El Sas, pequeño y disperso casco urbano, donde nos viene mejor para maniobrar con el autobús. Tomamos el camino, un poco abandonado y que parece hecho para conducir los tubos de agua que hay que ir sorteando continuamente para no tropezar. Pronto alcanzamos el desvío que lleva a L’Hostalet y que dejamos a la izda. Continuamos adentrándonos por el bosque siguiendo la senda bien marcada con las señales blancas y amarillas del PR. Alcanzaremos un pista que seguimos y nos lleva hasta el despoblado de Soperún.

Entre las casas, también dispersas del abandonado casco urbano, descendemos hasta el barranco de Soperún, cruzamos el cauce y ascendemos hasta el collado de El Grau y su pilaret. Buscamos aquí la solana y bien sentados sobre unas piedras al margen del camino, damos cuenta de lo que traemos en la mochila.

Bien recuperados, continuamos ascendiendo hasta llegar al conocido Coll de Vent, estratégico paso en lo alto de la sierra de Sis. La temperatura es fresca y una nube se interpone entre nosotros y el sol, que nos viene acompañando en todo momento, de tal forma que empieza a caernos un poco de «toscón». Llegamos al collado y es entonces cuando caemos en la cuenta de lo acertado de su nombre.
En el collado, el PR-HU 247 enlaza con el GR 18, y juntos, tras unos metros en descenso, alcanzan un cruce. Bonito paraje donde encontramos unas balsas heladas y a nuestro frente unas magníficas vistas del Turbón y Cotiella, que ya están con nieve. En el fondo, el valle del Isábena se aprecia en todo su esplendor. Es aquí donde se separa del GR 18, y el PR-HU 247 nos lleva a la izda hasta alcanzar el despoblado de Iscles Alto.
Seguiremos el sendero, ahora más bonito porque transcurre por el bosque y tras cruzar el barranco de la Turrusiana, llegamos a un cruce de caminos. En esta bifurcación nos desviamos hacia la derecha para ver una zona de bosque muy curiosa con piedras grandes y redondeadas entre los árboles. Nos llevaría hasta el pueblo de Puimolar, encaramado en lo alto de un cerro, pero preferimos seguir hacia L’Hostalet y visitar el bosque de Transás y los restos megalíticos que allí se esconden.

Hemos llegado pronto a L´Hostalet y sin tiempo que perder nos adentramos en el bosque, esta vez bien dirigidos por el GPS pues es el mágico bosque de Transás, que es muy tupido, y no es fácil dar con los restos. Encontramos el primer dolmen (Cabaneta del Fornó) y un poco más allá el Trancat de Dalt (no esperábamos que fuera un menhir) y finalmente otro dolmen (Cabaneta del Trancat de Dalt). Salimos del bosque y «muertos de hambre» nos sentamos para dar buena cuenta de la comida. No faltaron postres (chocolates varios) que endulzados con el vino de Martín nos dieron el suficiente ánimo para retomar el camino y cerrar nuestro recorrido hasta el pueblo de El Sas.

Sin tiempo que perder nos ponemos en marcha con la sana intención de parar en Benabarre para deleitarnos con una taza de chocolate caliente y bizcochos poniendo así el broche de cierre al día. Hemos tenido buen tiempo, hemos andado, recorrido parajes solitarios, curiosos e impresionantes y hemos recordado algo de nuestra historia cercana y también muy lejana. Además, nos hemos divertido . ¡No ha estado mal!. ¿Verdad?. Se puede repetir.

Hemos colgado fotos de esta excursion en picasa.

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