Punta Güé

 

El Pico o Punta Güé es una pequeño monte situado a la entrada del valle de Tena, frente al Pico Oturia. Allí nos dirigimos 21 senderistas desde Barbastro. Por la noche, como estaba pronosticado, había llovido, y aunque daban bueno, según nos acercábamos al Monrepós el aire pegaba con más fuerza. El puerto tenía un manto blanco pero al Norte todas las cumbres estaban bien nevadas.

Tras pasar Sabiñánigo y cruzar el puente sobre el río Aurín, al entrar en el Valle de Tena tomamos un desvío a la altura de Senegüé que nos lleva a Sorripas. Aquí nos deja el autobús. Nos abrigamos bien y tomamos la senda, que partiendo del mismo pueblo y un poco embarrada, nos enlaza con la pista que sube hasta el mismo pico y que es accesible con vehículos. Divisamos las nubes sobre la alargada sombra de la Peña Oroel y como fondo el Collarada.

Tras unas cuantas curvas y una larga recta dejamos la pista y tomamos un desvío a la derecha para rodear un campo y llegar al mojón que nos indica el inicio del sendero. Empezamos a subir y tenemos unas bonitas vistas de la Val Ancha (que comunica Sabiñánigo con Jaca) y de la localidad de Larrés con su Castillo.

Vamos haciendo zig-zags en ascenso y comenzamos a pisar nieve, poca al principio pero cada vez más abundante, de tal forma que toda la senda se tapó. Era la nieve caída esa misma noche que cubría la vegetación de quejigos, bojes y aliagas. El sol se hacía más patente, lo que sumado a que no hacía aire, fue convirtiendo el recorrido en una verdadera delicia. Sólo faltó que nos fuéramos adentrando en una zona de pinos para que algunos empezaran a tirar bolas de nieve y dar bastonazos a las ramas de los árboles para que descargaran sobre la cabeza del compañero, provocando risas y gritos.

Con más hambre que otra cosa alcanzamos un llano. Era un buen mirador sobre el horizonte, pero estaba lleno de erizones por lo que no pudimos sentarnos para comer el bocadillo. Las impresionantes vistas merecían un alto. Con la cumbre y su torreta a la vista aún nos quedaban unos 200 m de desnivel. Ascendemos por un bosque lleno de erizones y con pinos invadidos de procesionaria, muchos de ellos ya secos. No os exagero si os digo que había que tener cuidado para no hundir el pie en los montones de orugas que salpicaban el camino.

Casi en la cima el sendero enlaza con la pista. Un vértice geodésico y una alta torreta de vigilancia contra incendios macan la altitud de 1579 m. Estamos sorprendidos de que un pico que apenas llama la atención pueda albergar unas panorámicas tan impresionantes. Aparte del monte Oturia por un lado y Peña Oroel por el otro, frente a nosotros se extiende el Valle de Acumuer, la sierra de la Partacua y la de Tendeñera. Vemos la zona del Cotefablo con Erata y Pelopín nevados. Si el día estuviera despejado distinguiríamos claramente la zona de Ordesa y al fondo del valle de Tena el Balaitús y las Argualas.

Disfrutamos del lugar y hacemos las obligadas fotos. Como refresca un poco decidimos comenzar a bajar. Lo hacemos por otra senda que ha preparado Agustín y de la que ya nos advierte que hay que tener cuidado pues hay tramos empinados y otros un poco aéreos. No le faltaba razón al guía. Y como la nieve empezaba a derretirse, en algunos pasos el precioso sendero se transformó en una pista de patinaje.

Hubo que andar un buen tramo hasta llegar al camping donde nos esperaba el bús. Al final, 750 metros de desnivel y unos 13 kms para disfrutar de un bonito día de senderismo con nieve. Habrá que volver en otra ocasión para completar las vistas que nos han faltado. ¡Y con la nieve como hoy!.

Para ver fotos de esta excursión. ir a galería de Picasa:

https://picasaweb.google.com/114704027316524093735/PuntaGue

 

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