Alimentando pasiones

El esquí de montaña comenzó a practicarse en Montañeros de Aragón de Barbastro a mediados de los años setenta. Lo primero que hizo el club fue comprar material que fue prestando a quienes querían iniciarse en esta actividad tan exigente pero de una belleza sin igual.

Nada más empezar los ochenta se realizaron cursos de iniciación propuestos por la Federación Aragonesa en un principio durante la primera semana de enero de forma alterna, un año en El Pueyo de Jaca y otro en Villanúa.

A mediados de esa década de los ochenta se comenzó el Curso Provincial auspiciado por la Escuela Aragonesa de Montaña. Partíamos de la base de que los monitores éramos formados dentro de esa misma Escuela para recibir un título acreditativo aunque situado siempre desde un ámbito fuera del profesionalismo.

Durante treinta años hemos compartido las labores organizativas y el desarrollo de estos cursos dos clubes históricos: Peña Guara y Montañeros de Aragón de Barbastro. Sin embargo, en estos momentos el Curso Provincial se organiza desde una cooperación de clubs entre Monzón, Fiscal, Ainsa y Barbastro.

También desde aquí se innovó en las competiciones de esquí de montaña con la celebración de la cronoescalada individual en ascenso, lo que se llamaría el “esquí-alpinismo”, en su primera edición celebrada en Cerler en el año 1996, prueba pionera de esta modalidad en España.

Como todo en la vida, al menos lo que vale muchísimo porque atesora valores humanos, el proceso de reinvención del esquí de montaña no se detendrá nunca, renovándose las personas en vocalías, dirección de carreras o monitores de iniciación.

Con la celebración durante este pasado fin de semana del II Encuentro Pirenaico de Esquí de Montaña, se ha consolidado ya este evento suponiendo otro paso en la expansión del deporte invernal más genuino y además atrayendo a participantes de toda España. Por algo el germen de este Encuentro se gestó durante la celebración del último Campamento Nacional de Bielsa en 2014.

Pasan los años y las personas pero el montañismo que se vive y se dinamiza a orillas del Vero mantiene la chispa que propagará para siempre la pasión por las más bellas aventuras.

Pedro Solana

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