CRONICA DEL CURSO DE INICIACIÓN AL ALPINISMO

Lo que parece evidente en la montaña, raramente lo es.

por Juan Bujosa

¿Qué peligros veis, ahora, en este punto de la Montaña?, ¿Deberíamos seguir subiendo, o habría que darse la vuelta?, ¿Cuánto tiempo pueden tardar en rescatarnos el GREIM si tenemos una torcedura?, ¿ A partir de qué altura tenemos cobertura con la operadora de móviles francesa?. ¿Podríamos sufrir hipotermia con lo que está lloviendo?. Mirando las montañas en el horizonte, de vuelta a Madrid en el AVE, todavía resuena la voz de Chemary diciendo: “Yo no estoy aquí. Vosotros debéis tomar las decisiones y os tenéis que hacer todas estas preguntas ”

Han sido cinco días intensos en la Peña Montañesa (dia 1), Valle de Benasque (días 2 y 3), Peña de las Diez, Once y Mediodía (día 4) y Pico Maladeta (dia 5) en los que se nos ha enseñado a 7 alumnos, distintas técnicas de alpinismo: progresión en pedreras, descenso con cuerdas, uso de crampones, seguridad en terreno nevado, autodetención, protocolo de búsqueda en avalanchas (ARVA, pala y sonda), iniciación en aristas, gestión del riesgo, pasamanos de fortuna, encordamiento corto, etc., etc. Pero también se nos ha enseñado a leer y entender la alta montaña. “En esa cumbre que veis, cuando el viento sopla del Sur y nieva, se forman una cornisas de nieve muy peligrosas porque se desprenden con mucha facilidad”, “Cada día la montaña cambia y hay que observarla y conocerla”, “En este punto del glaciar de la Maladeta hay 40 metros de nieve y aún se pueden formar peligrosas grietas, aunque no tan grandes como las de hace 20 años.”.”Si hay peligro de grietas debéis ir encordados uno del otro a 10 metros de distancia  para evitar no caer los dos”.  Imposible resumir todas las indicaciones que Chemary nos ha dado durante estos 5 días.

Unos metros antes de llegar al Ibón de Plan, Chemary nos pregunta “¿Quién ha traído un mapa de la zona en papel, tal y como os pedí? Sacamos el mapa y empieza a explicarnos la  importancia de planificar meticulosamente toda la actividad: “Tenéis que estudiar la ruta, horarios, hitos intermedios, plan B ante imprevistos,, el  materiales a utilizar y su manejo, la cartografía, la meteorología, ..”,.“Cuando planifiquéis, estimar que subir 300 metros de desnivel os puede costar una hora”, “Es mejor llevar un mapa en papel que en el móvil”, nos comenta.

En la montaña hemos escuchado varias veces su misma pregunta: “¿Ahora cuál es el camino con semáforo verde, cual con semáforo naranja y cual con semáforo rojo?”. Apenas acertamos con la respuesta correcta la mitad de las veces, porque lo que parece evidente en la montaña, raramente lo es.

Ya en el refugio de La Renclusa, nos desafía a los 7 alumnos: “ Hacer dos grupos y poner en papel todo lo que hoy habéis aprendido” Increíblemente recordamos mucho más de lo que creíamos. Ya en la montaña nos recrimina “Si no recordáis las técnicas es porque no habéis practicado durante la semana”.

 

Señalando un pico o una ladera, nos cuenta alguna tragedia para que seamos conscientes de que esto no es un juego: como la del esquiador que se metió en el cauce del río que discurría debajo de la nieve , o del guarda del Parque que murió de un rayo con un cliente en el Pico del Aneto, o el montañero vasco que pisó nieve, se partió y cayó más de 600 metros.”

Si algo me ha quedado claro del curso  es que a la Montaña hay que ir con los conocimientos necesarios aprendidos, con la práctica suficiente o de la mano de alguien que te los pueda transmitir. Han sido cuatro fines de semana muy intensos, de gran compañerismo y que nos han sabido a poco. Esperamos que la experiencia se repita y podamos asistir al curso de Alpinismo del Nivel II pronto.

 

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