CRONICAS JORNADAS MONTAÑERAS DIA 1

Primer día de Jornadas Montañeras de Barbastro:

Alberto Ayora

por Pedro Solana

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Día de estreno ayer en el Centro de Congresos. Estreno de nueva normalidad, casi, a la vez que  estreno de renovadas Jornadas. Sí, como novedades, la colaboración inestimable de Gerardo Encinar y su librería Moisés que desplegó una extensa oferta de literatura de montaña, incluidas las dos obras publicadas por nuestro conferenciante. Estrenábamos también nuevo formato para la tradicional exposición de fotografías que ahora es digital y en forma de concurso que se resolverá por votación popular.

Buen ambiente, optimismo y mucha amabilidad, empezando por el personal que trabaja en el Centro. Había ganas de escuchar a un montañero, y no era uno cualquiera, Alberto Ayora no lleva ni un año como presidente de la FEDME y respondió presuroso a nuestra invitación. Es lo que tiene gozar de un amigo y vecino oscense de Jaca en la más alta magistratura del montañismo español.

Se presentó como alguien de casa pues pasó aquí su infancia ya que su padre fue coronel y dirigió el Cuartel de Barbastro. Comenzaron las presentaciones teniendo el privilegio de la asistencia tanto del alcalde Fernando Torres como de la concejala de deportes Pilar Abad. José Masgrau dio la bienvenida a todos los asistentes y el flamante vocal de Alpinismo Cristóbal Cuello glosó un extenso currículum de Ayora quien pasó seguidamente, no a teorizar sobre gestión de riesgos, tema de sus publicaciones, sino a examinar con lupa sus experiencias personales con la sinceridad por bandera y no exento de autocrítica, ya que en sus muchas expediciones sufrió situaciones traumáticas y en alguna de ellas él tomaba decisiones de las que ahora se lamentaba sumando siempre esas experiencias a un aprendizaje fructífero y continuo.

A primera vista, y no se le conocía personalmente, parece una persona tímida, pasa desapercibido pero en cuanto tomó el micrófono se le vieron tablas, oficio de un militar curtido en mil batallas pero libradas siempre con la vista puesta en su vocación de servicio. Destacan sus logros como guía de discapacitados en techos de Europa (Elbrus) o África, (Kilimanjaro). Su ocho mil, el Gashembrum II, habiendo visitado también parajes lejanos de Sudamérica (Patagonia chilena o volcanes en Ecuador) o Groenladia.  Defendió sin dudar la colaboración cívico-militar en sus expediciones compartidas entre militares y montañeros provenientes del programa televisivo “Al filo de lo imposible”.

Fue humilde y a la vez valiente al narrar desgracias personales como la muerte de buenos amigos y nos hizo a todos reflexionar a cerca de la manera de vivir el montañismo. Hay que saber planificar, reflexionar a nivel personal y de grupo para en un momento dado renunciar a hacer cima si el peligro así lo aconseja: saber darse la vuelta siendo  consciente de que la experiencia vivida siempre es valiosa.

Alberto nos dijo que la moral de grupo siempre sube las expectativas pero que quien abra la boca para proponer dar un paso atrás aunque sea criticado, siempre obtendrá el perdón de unos buenos compañeros y quizá sabrá templar los ánimos y ver el peligro.

Se pasó la charla muy rápido y creo que cada cual recordó aquel día en que muchos de nosotros traspasamos los límites de lo razonable al atacar una cima.

Pero Alberto, inmutable, fue desgranando los argumentos vividos por él mismo y dio una clase magistral sobre la materia en la que es máster, la prevención de riesgos (laborales o deportivos).

Añadió un buen consejo a nuestro propio club y en el que estamos decididos: la renovación. Como la que él está haciendo en una FEDME que no pudo comenzar con mejor pie su andadura  gracias al oro olímpico de su apuesta joven para Tokio: el deportista Alberto Ginés, quien llegó y besó el santo en la nueva modalidad de escalada deportiva y venía propuesto y patrocinado desde la FEDME.

Para concluir, Le ofrecimos un estuche de Viñas del Vero y una placa como recuerdo y agradecimiento a su paso por Barbastro. La impresión sobre nuestro paisano presidente no pudo ser más esperanzadora.

Gracias  Alberto, cerramos como una piña el apoyo a tu persona.

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