CRONICA SENDERISMO: Salinas de Hoz- Colungo-Asque.

 

 

 

Por Pedro Solana

Este fin de semana 28-29 de enero ha sido trepidante en el club Montañeros de Aragón de Barbastro. Ayer, sábado 28, la sección de Marcha Nórdica reunió más de cuarenta participantes en torno a la plana de Huesca batiendo sus propios récords y gozando de un ambiente de verdadera fiesta de la convivencia. Hoy, domingo 29, el protagonismo se lo lleva la sección de Esquí de pista que ha reunido más de noventa participantes en el inicio de sus cursillos en Cerler.

Mientras, la Sección de Senderismo de adultos ha iniciado el calendario del nuevo año con una travesía en el corazón del Somontano al atravesar sierras de Salinas de Hoz hasta Colungo  con el añadido de una vuelta en torno a Colungo y Asque.

Para poder realizar nuestra travesía hemos hecho uso del transporte en común con un autobús de 35 plazas que se ha completado todo. El comienzo de la caminata era a las 8’30 de una mañana gélida que se acentuaba a ratos, en cuanto la marcha se hacía por pacinos cubiertos de escarcha e incluso de nieve en lugares muy concretos. Nada más comenzar disfrutábamos de un crucero-mirador en lo más alto de la sierra de Salinas con vistas tanto a las cimas pirenaicas como a las planas de un Somontano en el que costaba adivinar el Monasterio del Pueyo ya que el frío teñía de neblina azul los fondos y el horizonte.

Los comienzos parecían en franco descenso pero entre medias había que superar cuestas para atravesar sierras y barrancos y lo mejor de todo:-¿ Sabéis por dónde?, Pues  por un sendero desbrozado y recuperado del olvido y que en tan sólo seis kilómetros nos iba a llevar de una localidad a la otra. Su desbroce fue una iniciativa admirable del ayuntamiento de Colungo en colaboración con la Comarca y la ayuda inestimable de la Zona Zero de Aínsa que en su afán de extender los itinerarios de BTT ha incluido zonas nuevas tanto aquí como en la cercana población de Naval. El trabajo de recuperación ha sido arduo y perfecto y ahora nos podemos beneficiar tanto los ciclistas como los senderistas.

Es admirable que ahora podamos caminar junto a lindes de abandonados predios  dibujadas con sus  muretes de piedra seca que nadie podía siquiera adivinar entre malezas y que ahora lucen  colgadas sobre cortadas que  sorprendían a todos  por su belleza y que se  hundían hasta la profundidad del barranco de Ramillar . Este barranco divide el descenso y el acceso a Colungo siempre por senderos o pistas que desde el cementerio  y la travesía de sus calles nos llevarían aún más abajo en los barrancos afluentes del Fornocal. A tramos, se podían observar empedrados de aquellos tiempos en que para ir de Buera a Asque trazaban una línea recta en cuestas y zig zag perfectos para acercar mercancías a lomos de mulos. Se han rescatado fuentes, lavaderos, y ahora al caminante se le representan vivas  las imágenes de cómo era el día a día de aquellos lugareños de hace ochenta o noventa años.

La localidad de Asque completaba la circunvalación  del municipio de Colungo y como nuestra mañana era tranquila hubo tiempo hasta para tomar un café en el local social o comprar algún bote de su afamada miel. Casi al final, atravesar el puente del Diablo daba una nota más de brillantez al paisaje.

Justo cuando se cumplían cinco horas de marcha llegábamos de nuevo a Colungo. La mañana se ha pasado rápida y tras tomar algo en “la Olla” del amigo Dionisio el autobús cumplía el horario previsto y así a las dos de la tarde emprendíamos el corto trayecto de  regreso a Barbastro.

Ya dijimos en el Belén de Gavín que queríamos iniciar una etapa de excursiones senderistas aptas para todas las capacidades y con ello estamos seguros de que se ampliará la nómina de adeptos a un senderismo suave, contemplativo y de sana convivencia.

En febrero os esperamos para ir de Campo a Foradada del Toscar. ¡Animáos!.

---