XXVI Ruta de Otoño

por Pedro Solana

Sí amigos, con ésta ya van XXVI ediciones…La tradicional Ruta de Otoño a la que tan fervorosamente se apuntan los vecinos de Salas Altas junto con 26 incondicionales senderistas de Montañeros de Aragón de Barbastro tuvo lugar el domingo 22 de octubre en una jornada templada, con algo de calor al final y que de nuevo sorprendió a todos por el descubrimiento de un nuevo itinerario circular con salida y llegada al municipio.

Hay que decir que mantenemos muy viva la llama de este encuentro gracias a la perseverancia de sus artífices principales: Agustín, Vicente y Pilar, (con el recuerdo siempre presente de la alcaldesa Inma y de Pascual, qpd), siempre en sus puestos de guía o cierre así como al volante de un vehículo de apoyo. Tras unas acertadas explicaciones por parte de Agustín Rufas salíamos en punto a las nueve de la mañana y pronto se pudo observar la novedad al recorrer un sendero habilitado por la agrupación Zona Zero de Aínsa para sus rutas en Btt pero que tras ser perfectamente desbrozado brindaba el transcurso por un nuevo paisaje, un nuevo escenario en el que descubrir entre otras cosas unas antiguas canteras de roca arenisca que parecían conservar huecos en los que se tallaban sillares o ruedas de molino que nunca se llegaron a terminar.

Los viñedos que son alma de la excursión han retrasado su aspecto típico otoñal en colores ocres y rojizos porque los calores del verano se han alargado demasiado. Pero los 10 kilómetros de la jornada daban para mucho y pronto cambió el decorado al ascender este grupo que rozaba la centena un bonito bosque de pinos con quejigos y carrascas que protegían con su sombra del calor que creció en cuanto apareció con fuerza el
sol. Para entonces ya estábamos en lo alto del Mon, concretamente del mirador de Bachimana, donde hicimos un alto para reponer energías en mitad del día sacando de las mochilas algo de comida y agua.

En frente, tras un tramo llano por las alturas de esta sierra nos esperaba la ermita de la Candelera, verdadero faro de estos lares y a partir de aquí un directo descenso, no sin antes hacernos la foto de grupo en su espectacular mirador, de manera suave por el tortuoso sendero o bien por la alternativa de la carretera asfaltada, mucho más suave.

Ya en la plaza mayor de Salas Altas, después de cuatro horas de caminata nos sentábamos a la mesa en la que vecinas y miembros del ayuntamiento con la alcaldesa María Isabel a la cabeza nos llenaron la mesa con estupendos platos de tortilla, tomate, longaniza y panceta recién
braseadas y… ¿cómo no…?, con botellas de rosado Alquézar y tinto 3404 de Bodega Pirineos.

De verdad, un auténtico placer pasar esta mañana de domingo con tan buenos anfitriones y siguiendo la filosofía que alumbra este club de montaña: – buscar la salud por el ejercicio físico en paisajes naturales muchas veces más próximos de lo que pueda parecer pero siempre
cultivando amistades y la colaboración de municipios somontaneses tan queridos como éste. Para el año que viene invitamos a quienes lean estas líneas y se decidan a dar el paso hacia una vida más sana.
Os esperamos.

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