Pipi Cardell o la épica de andar por casa

por Pedro Solana

Ayer comenzaron las Jornadas Montañeras MAB  2023 y comenzaron con un plato fuerte pero vestido con apariencia de  normalidad, de andar por casa desde la humildad  pero con la consistencia de todo plato fuerte, sin duda.

Pipi Cardell, desde el primer momento impactó por su resolución al explicar  aquella primera expedición en solitario para alcanzar dos cimas de 5000 m. que no sería más que el comienzo. Un comienzo  que se nos presentaba con  aval, con  un pedigrí exuberante en el que su familia granadina ya era una saga de pioneras esquiadoras o incluso pioneras ochomilistas.  Sus hazañas daban  explicación al origen  y circunstancias  que han llevado esta chica desde los Andes o el Cáucaso a coincidir con  un experto escalador ruso, Denis Urubko, en una simbiosis de pareja  perfecta para el escenario ideal, la meca del montañismo.

Pipi  contó y nos enganchó en su discurso perfectamente desarrollado cómo  esta  pareja de deportistas se atrevían con  las emblemáticas cimas del Karakorum, del glaciar del Baltoro en un estilo alpino, sin sherpas y con ligero equipaje buscando la soledad de unas montañas por desgracia  muy frecuentadas por expediciones comerciales que  se mueven  en las antípodas de nuestra protagonista.

Hace un año, al encarar  su primer ocho mil, el Gasherbrum I,  lo hacían por la vía normal pero preparando un segundo intento  en el que abrirían otra nueva vía pero  al que tuvieron que renunciar dadas las pésimas condiciones de la montaña y cayéndoles muy cerca las temidas avalanchas. Da igual, si habían renunciado lo habían hecho como solución objetiva a una escala de riesgos que sólo ellos saben gestionar para elegir una retirada oportuna.

En la fría cabeza de Denis se podrían encontrar cálculos de  hasta tres vías por abrir en cada ocho mil y por eso ya hay planes para ensayar  intrépidos itinerarios que podrían llevarle próximamente a una invernal en solitario a su reciente Gasherbrum I o al Nanga Parbat.

A  mitad de su discurso, sabiamente llevado, Denis le recordaba a Pipi que no se olvidara de comentar las imágenes de unos niños nepalíes a quienes esta pareja había dedicado la apertura de unas vías de escuela de escalada para que comenzaran  a manejar cuerdas, pies de gato y materiales que un día quizá les auparán a ese  oficio de sherpa,  tan fecundo para sus familias.

La primera sesión de Jornadas se alargó en el turno de preguntas pues entonces Denis dio muchísimas explicaciones en inglés muy bien traducidas por Pipi, su María o Marhsa en ruso, que relataba éxitos tan rotundos como el piolet de oro conseguido tras una vida dedicada por entero a formar y entrenar montañeros rusos en unas técnicas diferentes de las europeas pero que Pipi calificaba con rotundidad de muy efectivas. En las palabras de Denis hubo agradecimiento para la hospitalidad  y el recibimiento desplegado  en Barbastro, con una recepción en le tienda de jamones Mairal y en la sede de MAB, una bonita excursión por el corazón del Parque Cultural del Río Vero y una sencilla despedida con picoteo en el restaurante Pirineos en el que la cercanía de Pipi y Denis nos hacía apreciar más si cabe la atrayente naturalidad con la que esta pareja se muestra durante  sus giras y conferencias.

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