Valle del Roncal: Isaba y Belagoa

ISABA BELAGUA

Los pasado días 23 y 24 de abril aprovechando el puente de San Jorge un grupo de 15 personas nos desplazamos hasta el valle del Roncal en el Pirineo navarro, un intenso programa nos  esperaba con actividades senderistas el domingo y el lunes.

El día 23 salimos temprano desde Barbastro hacia la localidad de Isaba para realizar una primera jornada de montaña, visitando la cascada de Belabarce en un itinerario circular muy bonito con salida y regreso a Isaba, comenzando por el carril o pista forestal que va junto al barranco del mismo nombre y que nos conduce a un precioso hayedo muy cerca de la cascada,  lugar espectacular que invita a la relajación y al descanso. El recorrido de vuelta lo hacemos por un sendero que asciende hasta las praderas de Belabarce teniendo siempre a la vista las crestas del macizo de Ezkaurre, para después descender por el bosque hasta la carretera de Isaba a Belagoa, junto al puente románico

La tarde del domingo la aprovechamos  para visitar Isaba y  la localidad próxima de Roncal  y el famoso Mausoleo del tenor Julián Gayarre que se ubica en el cementerio de Roncal y que es obra del  escultor valenciano Mariano Benlliure. Nos alojamos en Isaba en el Hostal Lola  que dispone de unas magníficas instalaciones  recién reformadas que son muy  acogedoras y pudimos disfrutar de las excelencias gastronómicas  de su restaurante tanto en la cena del domingo como en el desayuno y comida del lunes después de la excursión.

El lunes ascendimos al pico Bimbalet desde la Venta de Juan Pito en un día muy soleado y con agradables temperaturas y hasta pudimos pisar algo de nieve en la pala final de la cima.

Al disponer de algo de tiempo hasta la hora de la comida y tras un rápido descenso al punto de  partida  donde habíamos dejado  los coches,  nos acercamos  por una carretera preciosa hasta la estación de esquí nórdico de Larra-Belagua y hasta la  misma frontera francesa donde hay una estación de esquí alpino, la estación de esquí de La Pierre Saint Martin-Arette que aunque estaba ya cerrada todavía guardaba bastante nieve.

Después de comer en  Isaba y adquirir el sabroso queso de Roncal en los comercios del pueblo,  volvimos hacia Barbastro con la agradable sensación de haber pasado un fin de semana formidable en unas montañas  que aunque son algo más suaves y menos abruptas y altas que las de nuestro Pirineo  nos cautivaron a todos. El año que viene volveremos por estos valles a conocer nuevas montañas navarras.

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