Soltando amarras

Tras la época estival  retomamos las actividades  asociadas al curso escolar. Comienzan  las excursiones de Senderismo Infantil y sin darnos cuenta ya estamos inmersos en las jornadas montañeras y su gran poder de reunión entre los amantes del Pirineo. Una gran emoción  invadió los corazones al ver las fotografías que el profesor Chabier Lozano desgranó el jueves 16 en la primera proyección. Las instantáneas de este joven montañero se colgaban sobre las cabezas asistentes a modo de lienzos pintados de colores y ambientes que hemos percibido  durante años al remontar valles incomparables como Pineta.

Pero para sensaciones agradables, las que proporcionan los pequeños y sus padres en las dos excursiones senderistas realizadas. Navegamos  a velocidad de crucero vista la afluencia de participantes en la mañana del sábado 18 en Berbegal. Iniciar en el deporte forma parte de nuestro ADN como club pero por añadidura disfrutamos el privilegio educativo de creernos otra vez progenitores que quieren a sus pequeños bien adaptados al territorio y adoradores de  unos paisajes en los que todo está por aprender. Así, además de caminar, da gusto pararse  junto a un manzano silvestre para alcanzar y pelar sus frutos o recoger almendras caídas al pie del árbol para jugar con dos piedras a sacar su dulce corazón y degustarlas  con ansiedad. No hay límite para lo que son capaces de sentir y aprender estos inquietos cachorros.

Los organizadores nunca estamos solos a la hora de diseñar mañanas sabatinas agradables y como novedad, nos acompañaban las amigas de la sección de marcha nórdica.

Berbegal nos dio la bienvenida en la persona de su alcalde José Carlos quien  emplazó como anfitriones a la acogedora concejala Rosa y el apasionado guía Manu. Pudimos visitar el tramo de calzada romana, la ermita de santa Águeda y subir a la torre-campanario de santa María la Blanca. Un  tibio sol irradiaba con brillo al grupo de montañeros en lo más alto de esta torre-atalaya sobre la llanura sur del Somontano. Tocábamos el cielo en el mejor de los sueños.

Pedro Solana Murillo

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