Belén de Altura: Pico de L´Aiguillete 2.516 m.

El Belén de Montaña o de Altura se llevó este año hasta el Pico de L´Aiguillete en una ascensión totalmente invernal.

Habíamos realizado una excursión previa la semana anterior desde el lado español al Pico de l’Aiguillette, que se encuentra junto al Puerto Viejo de Bielsa. El recorrido era bonito y asequible para todo el mundo. Para que no faltara nieve planteamos realizar la subida por el lado francés dejando los coches en la boca Norte del túnel de Bielsa. Estaba nublado y llovía un poco. Emperezamos y a punto estuvimos de irnos a almorzar y desistir. Alguien dijo lo de «ya que estamos aquí, vamos a hacer algo». Dicho y hecho. Nos planteamos subir hasta donde pudiéramos o nos dejara el tiempo … y allí donde llegáramos pondríamos el Belén.

Comenzamos a andar precedidos de franceses que con sus esquís avanzaban sin ningún esfuerzo. Nosotros, con las raquetas puestas nada más salir, empezamos a subir y la lluvia se iba convirtiendo en rachas de nieve fina. Poco a poco íbamos ganando altura, la subida se hacía más empinada, la nieve era más dura y el ascenso se complicaba. Nos planteamos un objetivo cercano y allí nos asentamos. Sacamos el Belén y nos hacemos algunas fotos. Mientras tanto, vemos que tres franceses se quitan los esquís y se ponen los crampones y atacan la pala de nieve que teníamos frente a nosotros hasta encaramarse en la cresta. No tenemos muy claro lo de recoger y volvernos, nos pica el gusanillo y tras un breve sondeo nos ponemos los crampones, recogemos el Belén y … en marcha.

Los crampones nos daban seguridad, pero empezamos a subir y vemos que eso está más empinado de lo que parecía desde abajo. Ascendíamos pero nuestra mente estaba pensando en cómo se podría bajar esta ladera. Calculamos una inclinación de unos 40 grados y con nieve dura. Progresamos en vertical, poniendo el pie donde el anterior lo quitaba, asegurando una buena huella en escalera. Nos saludan los esquiadores que bajan sin ninguna dificultad y en un santiamén.

Poco a poco nos plantamos en la arista. Ahí nuestra sorpresa fue mayor cuando vimos que la cosa se complicaba algo más. No somos expertos ( para alguno era su primera experiencia con crampones) y aquello era una bonita cresta no muy ancha, de roca cubierta en parte con nieve y algo de hielo. A ambos lados unas laderas de vértigo. Ya no había vuelta atrás. Además habíamos dejado las cuerdas en los coches. Despacito y con mucho cuidado fuimos progresando hasta alcanzar la cima. Ya podíamos respirar con satisfacción intentando descargar el nervosismo. ¡Habíamos llegado!.

En algún momento el cielo abrió hacia el lado francés y podíamos ver el bonito paisaje que desde allí se domina. También vimos el Pico Puerto Viejo completamente cubierto de nieve y el fondo del valle de Barroude.

Colocamos el Belén con los piolets como marco y nos hacemos las fotos de cumbre. Recogemos el Belén grande y dejamos uno pequeño como es costumbre y como recuerdo de nuestra visita. Tan apenas bebemos un poco de agua y nos planteamos la bajada. Por donde habíamos subido… ni soñando. No había más alternativa que bajar hacia la vertiente española hacia el valle de la Pinarra. Con mucha intranquilidad empezamos a bajar y, por si faltaba algo, apareció la niebla. Casi mejor, pues así no veíamos la pendiente y parecía más llevadero. Al ver que la nieve estaba muy buena y no había tanta inclinación fuimos bajando hasta alcanzar el fondo del valle. Había que tener mucha precaución pues había mucha nieve y a veces estaba dura, lo que permitía bajar bien, y en otras ocasiones te hundías hasta la cadera.

Eran más de las 3 y media de la tarde cuando paramos para comer un poco, ya más tranquilos y sin laderas que bajar. Seguimos bajando por el sendero y la nieve nos acompañó hasta el final del camino en la boca Sur del túnel d Bielsa. Un coche nos pasó a los conductores a recoger los coches al otro lado del túnel.

Ya relajados, comentamos las vivencias tenidas y echamos la bronca al vocal de senderismo, recordándole lo que es senderismo y lo que es Alta Montaña. Por otro lado también estamos muy satisfechos y contentos de la ascensión realizada y la experiencia vivida. Para colofón Pilar nos sorprendió y sacó cava y unos polvorones. Brindamos por el día pasado y deseándonos unos felices días y un buen año montañero.