Aneto 2019

Habiendo dormido en la Escuela de Montaña de Benasque nos levantamos a las tres y media para desayunar a las 4 y seguido ir a La Besurta, punto de partida de nuestra excursión. Nos juntamos con Joaquín, que viene de Barbastro, cargamos con las mochilas y los 10 que formamos el grupo, comenzamos a caminar a la luz de los frontales. Ha llovido esta noche y el cielo está un poco cubierto. Al Refugio de la Renclusa llegamos contemplando el amanecer. Sin tiempo que perder proseguimos la marcha.

Tras una hora de ascenso por el sendero habitual, dejamos las rocas y nos ponemos los crampones. Esta semana ha nevado y no ha helado. Hay una capa de nieve más blanda encima, que no ha transformado, lo que hace que los más pesados nos hundamos más.

Hemos visto salir el sol apuntando a las Tucas de Paderna y la boira en los valles. Casi sin darnos cuenta el tiempo cambia y el ambiente se vuelve frío y nublado. Hay gente que decide darse la vuelta, pero nosotros, siguiendo los pasos de Luis, vamos ganando altura.

Llegados al Portillón ponemos una cuerda como pasamanos, que sirve para que la utilice todo el mundo, y a lo que nos dimos cuenta se había quedado Agustín solo, … y la cuerda.

Un poco más adelante aprovechamos para hacer la obligatoria parada para reponer fuerzas. El tiempo fue despejando y el panorama del glaciar con la cima del Aneto se tornaba espectacular. Nubes arriba pintando el azul, y boira abajo, rellenando el valle, era el marco perfecto para unas preciosas pamnorámicas.

Llegados a la altura del Collado de Coronas, ya sólo nos queda afrontar las últimas y duras rampas que  nos van a dejar en la antecima del Aneto. Aquí el grupo se estira un poco pero a las 12 estamos allí. No hay mucha gente, lo que nos permite con comodidad colocar la cuerda de sguridad para cruzar el  Paso de Mahoma. Curiosamente se nos intercalan montañeros inexpertos que nos agradecen mucho la cuerda y la ayuda brindada para pasar. Lo mismo nos va a ocurrir a la vuelta.

De cualquier manera, hemos cruzado y lo primero, fieles a la tradición, es colocar el ramo de flores de ofrenda a la Virgen del Pilar. Acto seguido tenemos coronamos Damas de los Tresmiles a Carmen y María José por ser su primer pico de dicha magnitud. Impresionante estreno alpinista. Luis es el encargado de hacer los honores. Sólo faltó el champán. Tras la foto de grupo y muchas más, pasada 1 hora de cima, emprendemos el camino de vuelta. En esta ocasión decidimos bajar en dirección al Ibón del Salterillo y seguir hasta Aigualluts.

La bajada fue dura, de verdad. La nieve blanda nos impedía avanzar con comodidad por lo que  nos costó mucho más de lo esperado. Cuando dejamos la nieve el tiempo se nubló y apenas podíamos ver bien el sendero, que con gran pendiente nos llevó a enlazar con el camino que de la Renclusa lleva al Plan de Aigualluts. Poco antes de llegar al llano volvió a salir el sol y nos permitió disfrutar de unas magníficas vistas de los prados florecidos e inundados de agua. Tuvimos que rodear el Plan e ir hasta la palanca para cruzar al otro lado y llegar al Forau. Allí una impresionante cascada vertía el agua dejando el Forau como un embalse. Precioso.

Ya sólo nos quedaba continuar hasta la Besurta y ¡¡¡ quitarnos las botas !!!. Han sido más de 1500 metros de desnivel, 16,7 km y unas 14 horas de actividad. Duro día, pero maravilloso día.

---